Imaginate, seres de aspecto humano. Hermafroditas inmortales. Meses antes de morir conciben en su interior un ser identico, al que dan a luz en sus últimas horas de vida. Un clon con un volcado de sus recuerdos y aprendizaje. El mismo ser, un cuerpo nuevo. La inmortalidad.

Durante sus primeros años un adulto, elegido por su ascendiente, lo cuidará de sus enemigos; que en el caso de tenerlos haran lo posible por acabar con el en ese momento de debilidad. Nadie vive 6500 años sin hacer algunos enemigos. Mas tarde él cuidará del descendiente de su ahora protector. Un contrato verbal de miles de años y decenas de regeneraciones.