Cuando sacaron todos los sabores de papatas fritas: Al jamón, barbacoa, cebolleta, etc. Cuando ya no se les ocurria que mas hacer, sacaron las patatas fritas clásicas. Lo mismo paso con la Cocalcola. Cocacola de vainilla, de cereza, zero, Light, sin cafeina, sin cafeina light y de repente la Cocacola Classic. ha pasado lo mismo en muchos otros sectores desde el champú hasta el lavaplatos pasando por el calzado deportivo y la fotografía.

Con el porno, lamentablemente, no ha ocurrido lo mismo. Desde los años 90 el porno ha ido degenerando de una manera loca hasta nuestros días, donde un monton de tronistas en el mejor de los casos, catetos de pueblo en otros, se han lanzado a grabar porno para Internet hasta convertir el porno en algo detestable. Si te soy sincero es la causa de que casi me rehuse completamente a publicar porno en Greenshines. El que cada vez haya menos porno en Greenshines es un tema moral, sí, pero es un tema de moral estética.

Con el porno no ha pasado como con las bebidas o la comida, en el porno «el clásico» no ha vuelto. Principalmente imagino que porque el porno clásico, si tomamos como clásico el porno de los 80 y 90, requería de algo mas que de una cámara y 4 catetos descerebrados grabándose, que es lo que tenemos ahora. Así que mientras vuelve el porno de verdad, nos vamos a tener que contentar recordando a los clásicos.

«El Perfume de Matilda» o «The Scent of Mathilda» en su título original, es una película que todos hemos tenido grabada de Canal + creo que fue una de las películas que mas pasó de mano en mano en los 90.

Hoy vamos a revisitarla en su idioma original y vamos a rezar porque cese la crisis del ladrillo, para que todos estos que dejaron los estudios para irse a trabajar de albañiles y que ahora en paro se han lanzado a grabar porno, vuelvan a las gruas a las hormigoneras y a las carretillas y se alejen para siempre del porno; un porno producido por el fracaso escolar.