No estaría en contra de la música violenta, como no lo estoy de los videojuegos o de el cine violento, si no fuese por esos momentos en los que presto atención a la música que lleva escuchando el conductor de UBER o del taxi en el que voy sentado. No me siento seguro al ver como mueve la rodilla siguiendo el ritmo mientras por los altavoces suena «I’m a outlaw, the motherfuckin villain doin’ killings, I won’t stop Until the morgue got bodies stacked up to the fuckin ceiling«.
En el videoclip nuevo de Rihanna «Bitch better have my money» hay mucha violencia pero también hay muchas muchas tetas y eso nunca es malo. ¿Rihanna en pelotas cubierta de sangre y de dolares? ¿una rubia desnuda primero colgada del techo y luego en un baul Louis Vuitton? Me pregunto si antes de subir estas cosas a Youtube las discográficas llegan a un acuerdo con ellos para que no se lo borren o si simplemente lo suben y cruzan los dedos.
A modo de anécdota contaré que desde hace años, siempre que paso por la tienda me quedo entre 5 y 10 minutos mirando ese baul, buscando excusas por las que debería tener uno igual.