Estaba leyendo un artículo de un periódico español que me ha mandado por email una periodista de Vanity Fair España para intentar convencerme de que estaba yo en un error cuando publiqué el post sobre los diputados del congreso que se habían apuntado a Ashley Madison.
En su correo decía que todo lo que había escrito aquí en Greenshines el otro día era un error porque en El Español decían que Ashley Madison creaba perfiles falsos de mujeres. Eso parecía ser prueba más que suficiente de que era imposible asegurar que los correos de los diputados españoles que aparecían en la base de datos de Ashley Madison eran legítimos.
Este es el artículo en El Español al que me enlazaba.
En estos días he recibido más emails de periodistas españoles que en los 15 años que llevo escribiendo aquí en Greenshines, es como si se sintiesen culpables por no haber hecho su trabajo e intentaran a toda costa convencerme de que lo que yo había escrito aquí debía desaparecer. Los había que argumentaban sus razones, como la periodista de Vanity Fair y los había que simplemente intentaban hacer daño para tapar su incompetencia. En su intento volvían a evidenciar que por lo general no saben de que hablan. Porque un paso más allá del periodista incompetente está el incompetente y malo.
Creo que debo empezar por explicar que absolutamente todas las webs de contactos del mundo están construidas sobre cimientos de perfiles falsos. No es algo exclusivo de Ashley Madison y sin entrar en lo ético del asunto, voy a explicar por qué pasa esto y por qué es casi inevitable que sea así.
Recuerdo que cuando era pequeño me llevaban mis padres a la feria, si era temprano el hombre de los caballitos te dejaba dando vueltas allí horas, no paraba nunca la atracción, lo hacía para que hicieses bulto; a esa hora las atracciones estaban vacías y la gente que iba llegando tendía a acercarse y montarse en las que veía mas llenas.
Cuando creas una web de contactos o incluso una red social necesitas por fuerza contar con una base de usuarios desde el primer día. No puedes montar una página de contactos en la que no hay nadie dentro. Es de sentido común ¿no? ¿Cuál es la solución real y practica a esto? hay tres.
La opción uno y la más sencilla es crear miles de perfiles falsos para que cuando abras la web estos perfiles falsos atraigan a usuarios reales que al final terminan interactuando entre ellos y poco a poco vas eliminando los perfiles falsos a medida que no los necesitas. Si eres más desordenado simplemente los dejas allí.
La opción dos es que cuentes con una base de datos de emails de un proyecto anterior y la uses para enviar invitaciones a tu nueva web, por ejemplo: «dentro de 50 días abrimos la web x, apúntate hoy y reserva tu nombre» el día que abres la web ya tienes a todos esos usuarios apuntados allí y no necesitas crear perfiles falsos. Una buena base de datos de clientes pasados es una de las posesiones más preciadas de cualquiera que sepa como funciona Internet.
Repito que no pretendo discutir aquí lo ético o no de todo esto sino explicar cómo realmente funcionan las cosas en Internet. La ética y el éxito en internet rara vez van de la mano, esto es así. Nadie te va a contar como ganó exactamente sus primeros 100.000 dólares en Internet.
La opción tres es que no necesites de esa base de datos de clientes pasados porque eres tan popular que todo el mundo está pendiente de ver qué es lo próximo que vas a hacer y están deseando que lo hagas para ir todos allí en tropel a apuntarse.
Bien, llevarse las manos a la cabeza porque Ashley Madison optó por la opción numéro uno sólo quiere decir que no conoces en absoluto el tema que estás tratando. No me voy a llevar yo las manos a la cabeza tampoco porque un periodista español no sepa de qué habla cuando escribe. En este caso concreto veo que son tres periodistas. En el Español han tenido que reunir tres cerebros para escribir este artículo del que hablaba al principio y con el que la periodista de Vanity Fair, si te digo la verdad no sé con que intención, intentaba convencerme de que yo, que llevo 15 años trabajando e invirtiendo en Internet en webs como esta, no entendía el funcionamiento de Ashley Madison.
Estos son algunos extractos del articulo de El Español que más me han llamado la atención por la de demostración de clara ignorancia sobre el tema que tratan y por el alarde del desconocimiento sin sentir ningún tipo de pudor.
Ashley Madison no verifica los correos electrónicos de los usuarios que se inscriben en su página. Que el nombre de una persona aparezca en las bases de datos no quiere decir que la persona detrás de esa cuenta se haya apuntado por su propia iniciativa.
Esto es una verdad a medias, Ashley Madison no comprueba tu email en un principio, porque lo que quiere es no entretenerte en la puerta. Quieren que entres rápidamente a su web. La forma más efectiva es dejarte entrar, pedir que confirmes después.
Nada más crear la cuenta en Ashley Madison, un hombre al que le interesan las mujeres empieza a recibir mensajes de perfiles femeninos de dudosa identidad.
Para recibir ese tipo de correos necesitas confirmar tu email. Ninguna compañía del mundo puede permitirse enviar emails sin validar porque es carísimo y además perjudica a los emails legítimos que tambien envías. No voy a entrar en detalles técnicos aburridos, resumiéndolo mucho los emails sin confirmar rebotan vienen devueltos, los grandes servicios de correo gratuito que usa el 99% de la población, te ponen en listas que se usan para bloquear «senders» que envían emails ilegítimos y esto termina afectando incluso a tus emails «buenos» y llevando a la ruina a tu compañia que de una forma o de otra basa gran parte de su negocio en el email. Por si eso fuese poco, nadie quiere estar pagando servidores y recursos que son muy caros para enviar emails que no llegan a ninguna parte. Cada compañía tiene su forma de confirmar que esos emails van a llegar a su destinatario, pero yo te voy a poner dos ejemplos basicos. Ejemplo A: enviarte un email pidiéndote que hagas click en un enlace, como hace Facebook o Twitter cuando te registras. Ejemplo B: comprobando que estas abriendo y leyendo esos emails que te han enviado. Sí, pueden saber cuando, a qué hora y desde dónde abres un email que te han enviado y además es muy sencillo, no estoy hablando de algo que no haga cualquier compañía que envía emails. Es algo básico.
De esta forma rompemos con la teoría aquella que decía que a los diputados españoles que aparecían en la base de datos los habían metido allí otras personas. La base de datos de Ashley Madison dice que todos los correos de los diputados estaban confirmados, de eso no cabe ninguna duda, está allí en la base de datos sólo hay que mirar. Todos ellos estaban confirmados con el método del ejemplo B. Uno de ellos con el del A y el B.
El análisis de la base de datos filtrada revela que el 14% de los usuarios declararon ser mujeres.
La página principal utiliza el reclamo de las mujeres para atraer clientes. La mayoría de los seis perfiles que se le sugieren al usuario al abrir Ashley Madison son perfiles de mujeres.
Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, entre cuatro y seis. Si la muestra fuera representativa, debería aparecer solo una mujer.
Esto último es directamente estúpido, no se puede achacar a la incompetencia sino a la estupidez. ¿Realmente están denunciando que en una página de contactos cuando entra un hombre no le enseñen un número representativo de hombres y mujeres de acuerdo con el porcentaje de registros por sexo de la web? ¿con qué motivo? es una página de contactos, no es una asamblea sobre igualdad y equidad de género. Es un negocio, Ashley Madison es un negocio, no es una asamblea de perroflautas votando si en el huerto urbano siembran acelgas o lechugas.
Al entrar en Ashley Madison te preguntan por tu sexo y tus preferencias sexuales. Si eres hombre heterosexual, te enseñan perfiles de mujeres y si eres mujer heterosexual, te enseñan perfiles de posibles parejas masculinas.
Evidentemente los tres del thinktank que El Español dedicó al tema Ashley Madison entraron a la web eligiendo la opción de «hombres heterosexuales» y el sistema les enseño señoras, esa es la razón de que les enseñaran mujeres, «Según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, entre cuatro y seis”. No es un tema de discriminación, ni de falta de igualdad en «la web de ponerle los cuernos a su señora». Si entras en Ashley Madison como mujer heterosexual te enseña 6 lso perfiles de 6 caballeros. Imagino que a los tres sabios de El Thinktank del Español no se les ocurrió probar a ver qué pasa si entras como mujer a la web.
Si prestas atención el título del artículo en EL Español, y en general a su contenido, se esconde entre las líneas cuál es realmente la enfermedad que padece una gran parte de la sociedad en España: el odio a la empresa, la idea de que todo el que gana dinero lo hace robando a los demás, la total falta profesionales competentes en casi cualquier ámbito profesional y sobre todo el interés malsano por el dinero de los demás.
El Español titula su artículo:
«Así creó Ashley Madison miles de cuentas falsas para sacar más dinero a sus usuarios»
Ashley Madison es una empresa y como todas las empresas del planeta que están dentro de la legalidad, y hasta hoy Ashley Madison lo está, no «sacan» dinero a sus clientes, el dinero lo ganan y lo hacen ofreciendo a sus clientes un servicio. Para determinar la calidad del servicio que ofrecía Ashley Madison tendríamos que entrar a valorar cuan dispuestos a la promiscuidad estaban cada uno de los miembros de la web y si realmente ellas eran tan putas como se prometían los caballeros que entraban allí buscando una aventura extramatrimonial o si ellos la tenían tan grande e iban a follar tan bien como esperaban las señoras que se registraban a la web.
Sea como sea, una vez que sabes cómo funcionan las webs de contactos y las redes sociales, 71.618 perfiles falsos de 32 millones que tenía la web no me parece del todo mal, ni exagerado y ni siquiera poco ético. Según esos números, hay periodistas con mayor número de followers falsos en twitter que perfiles falsos tenía todo Ashley Madison. Al final del día una web de contactos es un entretenimiento como lo pueda ser el cine, es un lugar donde la gente va a pasar el rato más que a nada y un número más o menos bajo, en comparación con el total, de perfiles falsos son imprescindibles, como ya he explicado, para ofrecer al cliente la sensación de que ha llegado a una «discoteca de moda».
Decir que Ashley Madison creaba perfiles falsos «para sacar dinero» es como decir que Cocacola dice que quita mejor la sed y refresca más que el agua «para sacar dinero» o que cuando la ONCE decía que «siempre toca» lo hacía también con la intención de robar a sus clientes.
Ashley Madison puede haber hecho mil cosas muy mal, la primera de ellas y la más grave es dejarse robar los datos de sus clientes, pero ganar dinero con su negocio no entra dentro de las cosas mal hechas.