16.08.2015
Cómo hacer dinero en internet usando a un montón de tontos

Hace unos años, antes de que existieran las redes sociales, había programadores que vivían de hacer scripts para gente que tenía páginas en internet. Como no existían redes sociales enormes, cada página web tenía una comunidad adentro, con su foro, secciones de comentarios, muros a la izquierda etc. Por eso los scripts que programaban por lo general eran herramientas para «comunidades».

Cuando las redes sociales aparecieron todos esos programadores, que vivían de crear estas cosas, se quedaron de la noche a la mañana sin mucho que hacer. Nadie invertía ya dinero en las comunidades de sus webs porque los usuarios se fueron a Facebook, a Twitter, etc.

Muchos de ellos, sobre todo los que vivían en La India y en USA, se dedican hoy a crear aplicaciones para teléfonos móviles. Otros, sobre todo los de Rusia y Europa del Este se dedican a labores más oscuras. Uno de los programadores que en su día hizo algunos scripts para mí, con la llegada de las redes sociales decidió montar una empresa de venta de followers falsos de Twitter, y me ofreció la oportunidad de invertir en ella. En esa época nadie sabía que se podía comprar seguidores de Twitter así que para demostrarme lo que podía hacer me «regaló» bastantes followers falsos, dos mil.

No invertí en su empresa porque conozco Internet perfectamente y debido a eso mi política es que no invierto ni un sólo dólar en empresas de Internet que no sean mías. Hoy, quizás me arrepiento de no haberlo hecho porque fue un gran negocio durante años. Muchas empresas que llevan la imagen en Internet de artistas, escritores y cantantes les compran followers, en parte para hacerle creer al artista que gracias a la agencia de publicidad su fama en internet se ha multiplicado, y en parte para que el público crea que el artista interesa más.

El hecho es que mi amigo me ofreció invertir en su empresa, le dije que no, él ganó mucho dinero con eso, y yo pensé que hasta ahí había quedado todo. Pero años después me llegó un email de otra empresa: «TwitterAudit», informándome de que un usuario había usado sus servicios para detectar cuántos de mis followers de Twitter eran falsos y que sí, que tenía muchos followers falsos. Me dio igual, me lo tomé como lo que era: un email automático. No pensé que pasaría a mayores o que gente random de internet se tomaría Twitter Audit en serio y usaría capturas de pantalla de Twitter Audit como insulto en Twitter.

Así es como se me ocurrió escribir este post y explicar como funcionan las empresas como TwitterAudit.

Ser muy popular en Internet tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. En mi opinión una de las peores cosas que te pasan al ser popular en internet es que hay gente que te odia con mil excusas diferentes hay quien te odia desde hace años, conocido es el caso de Juan Ramon Badillo, y gente que se apuntó ayer y que van subiendo el tono a medida que pasa el tiempo. Es como una adicción, se empieza por poco y se termina como se termina.

En todo este tiempo he aprendido que cada una de estas personas es un mundo y sus estrategias a la hora de manejar su odio son diferentes. No todos actúan igual. Unos intentan echarte de Internet acosando a tu familia durante años, como es el caso de Juan Ramon Badillo del que he hablado antes y otros son menos sofisticados:

El comentario de arriba me lo hizo una persona que salió de la nada hace 4 días, es nuevo en el club de odiarme y está empezando por abajo. Es el hombre este de la foto:

Me gusta verles la cara, porque te puedes egañar y pensar que detrás de esas palabras debe haber un señor con cara de asesino, pero no suele ser así. Es gente que así a primera vista dirías que es normal. Un gordito.

Una de las muchas «armas» que han usado contra mí en todo este tiempo es que mi popularidad en internet es un invento porque tengo followers falsos en Twitter. Usan para eso la misma captura de Twitter Audit.

Como forma de ataque no es de lo más inteligente, si no me conocieras no estarías aquí diciéndome tonterías, si no fuese popular, no hubieses llegado hasta mí. Pero además es que Twitter no es «mi negocio» es decir, del hecho de que mis followers de Twitter fuesen falsos no se deduce nada. Es como decir que no soy popular en un bar de carretera, me da igual. Mi negocio es esta página Greenshines; y Twitter tiene tanto que ver con eso como la cafetería en la que desayuno cada día, es decir nada. Pero hay personas en las que su trabajo sí depende directamente de su popularidad en Twitter y es totálmente legítimo y ahí es donde me voy a centrar en este post.

Si tu o tu agente literario piensa que vender libros, por poner un ejemplo, depende de lo popular que eres en una red social cabe la posibilidad de que en un punto entre el 2009 y el 2012 pensases que era una buena idea comprarte followers falsos de twitter para que la gente pensase que había muchas personas interesadas en lo que tenías que decir.

Además cuando la gente empezó a adoptar Twitter en masa y a usar las redes sociales como forma de publicitarse, salieron artículos y páginas que pretendían contar cuál era «tu influencia» en las redes sociales. Basaban los cálculos, entre otras cosas, en cuántos followers tenías. De manera que, cualquiera que necesitase aparentar que era conocido en internet estaba muy interesado en comprar followers falsos.

Al final tanta gente compró tantos followers falsos de Twitter que empezó a ser obvio que esto estaba pasando. De un día para el otro todo el mundo se dio cuenta de que comprar followers falsos era algo que se hacía y que mucha gente lo había hecho, es decir: comprar followers de twitter dejó de ser una estrategia útil porque era obvio. Más bien pasó a ser algo vergonzoso, eso de que les pillaran habiendo comprado followers.

Entonces una vez más, los programadores que antes hacían scripts para comunidades, y que después se dedicaron a vender followers de Twitter, se encontraron sin trabajo. Vender followers falsos de twitter ya no era un negocio.

Aquí es donde entra TwitterAudit. TwitterAudit se dedica a auditar cuentas de Twitter. TwiterAudit te permite introducir el nombre de cualquier usuario de twitter y en teoría te dice cuantos de los followers de ese usuario de Twitter son falsos.

El valor de esa auditoria es basicamente ninguno, si el propio twitter ha sido incapaz de identificar y acabar con los usuarios falsos de twitter (bots) ¿cómo una empresa externa a Twitter sin acceso ni a sus servidores ni a nada puede decir qué usuarios son falsos y cuáles no lo son? Esa es la primera pregunta que se haría cualquier persona, esta es la explicación que da Twitter Audit.

Esa es la teoría del funcionamiento de TwitterAudit y este es el verdadero negocio de webs como TwitterAudit.

Aquellos programadores que se quedaron sin negocio cuando comprar followers de twitter perdió la popularidad cogieron sus listas de clientes, listas de usuarios de twitter que habían comprado followers falsos y los vendieron a webs de esas que auditaban cuentas con followers falsos. De esta forma esas webs como TwitterAudit tenían un listado de usuarios de twitter que realmente habían comprado followers falsos.

Así que si tú jamás has comprado followers de Twitter, tu nombre no está en ninguna de las listas, y si te buscas a ti mismo en TwitterAudit no te aparecerá un porcentaje de followers falsos alto. Pero si alguna vez compraste followers falsos o de alguna manera caíste en las listas de clientes de esas empresas, posiblemente sí.

El negocio de las webs como TwitterAudit consiste en decir a la gente que tu tienes followers falsos, ellos lo saben porque han comprado esas listas, y al mismo tiempo ofrecerte a ti eliminar esa información a cambio de dinero.

Lo mejor de todo es que no necesitan publicitarse demasiado. Esas personas de las que hablaba al principio del post, los que odian a la gente popular de Internet «les hacen de vendedoras de Avon puerta a puerta» de manera totalmente gratuita. Son los tontos útiles en este negocio, una pieza fundamental en todo esto.

Después de meses escuchando a los tontos últiles decirme que mis followers eran falsos porque TwitterAudit lo decía, fui a esa web y esto es lo que decía TwitterAudit sobre mi cuenta:

Tenía unos 8600 usuarios reales y casi 38000 usuarios falsos. Abajo a la derecha decía que la «auditoria» se había hecho 3 años atrás.

Esas cifras aparecen a cualquiera que preguntase por mi cuenta en TwitterAudit. Los datos no se refrescan cuando alguien pide un a»auditoria» de tu cuenta, sino que le enseñan unas cifras fijas, en el caso de mi cuenta de twitter de hace 3 años.

La cifra para mi no tenía ningún sentido, 3 años atrás yo no tenía ese número de followers ni verdaderos ni falsos así que intente auditar mi propia cuenta a ver si podía.

Al intentar auditar mi cuenta de nuevo, TwitterAudit me pidió entrar con mi usuario de Twitter (en ese punto TwitterAudit te reconoce y ya sabe que una de «sus víctimas» acaba de picar) una vez que estaba dentro me dijo que no podía hacer una nueva auditoria de mi propia cuenta pero que si quería podía pagar $4.99 y entonces sí que podría. Pagué, quería ver hasta donde llegaba todo esto y este fue el resultado.

Las cifras habían cambiado, TwitterAudit decía después de haberle pagado que CASI estaba curado, por poco. Casi el 50% de mis usuarios que hace tres años eran falsos hoy por arte de magia y tras pagar $4.99 ya no eran tan falsos.

Al mismo tiempo me ofrecía una nueva cosa, pagar una mensualidad para ocultar de su web la «auditoria» de mi cuenta de Twitter y que nadie pudiese ver que ellos decían que mis usuarios eran falsos.

El negocio es sencillo y funciona así:

Paso 1: Compran listas, a antiguos vendedores de Followers falsos, de gente que un momento de la historia compraron usuarios falsos, así se aseguran de que es gente preocupada por su imagen en Twitter. Yo entré en esa lista gracias a el que quería que invirtiese en su empresa y que me regaló dos mil followers, gracias.

Paso 2: Introducen todos esos nombres de usuario de twitter de gente que realmente ha comprado usuarios falsos en la base de datos de su web, inflan los datos para que parezca que la compra ha sido escandalosa y que casi no lo sigue nadie y más tarde los chantajean con la información: «Si pagas te reauditamos y vemos si podemos revisar ese informe.»

Paso 3: Una vez que el usuario ha pagado te mejoran el resultado de la auditoria pero no del todo y entonces te ofrecen que, a cambio de una mensualidad, hacen desaparecer ese «vergonzoso dato» sobre ti de Internet.

El negocio tuvo que ser lucrativo porque hasta la revista People, una revista de famosos en Estados Unidos, se apunto al negocio y abrieron una web para «auditar» cuentas de Twitter. ¿El nombre que pusieron a esa sección en su web? FAKERS. Es mejor nombre que TwitterAudit.

Esto es lo que de decían de mi cuenta de Twitter en FAKERS la web de la revista People.

Los datos eran totálmente aleatorios y diferentes de los de Twitteraudit, pero igualmente nefastos. Ellos no me dicen que van a ocultar mis datos para que nadie los vea sino que me van a «limpiar» esa maldición de tuiteros falsos, como si fuese un trabajo de santería. Escupiéndome ron y pasándome un pollo por la cabeza.

Ahora imagina el volumen del negocio, imagina a los lectores de la revista People auditándole las cuentas a Kim Kardashian o al famoso que sea y gritándole en Twitter o en Facebook que sus followers son falsos y esta famosa a su vez corriendo a la web para pagarle a la santera de People para que le haga una limpieza del mal de ojo que tiene liado en Twitter.

Lo mas triste de todo esto o al mismo tiempo lo más poético es que han sabido rentabilizar el odio en Internet, usando a estos locos que acosan a diario a la gente popular en Internet para que les hagan de voceros del negocio. Al final la figura del tonto útil es siempre una pieza fundamental en este tipo de engranajes, tanto dentro como fuera de Internet.


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