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Llevo días intentando acordarme de todas aquellas estrellas de Internet que entre el 2001 y el 2007 fueron literalmente el combustible de webs como esta que estás leyendo, por ejemplo Hannah de la que publiqué un post hace unos diás. Mi propósito es crear una gran colección, en parte para tenerlo yo y en parte también porque se que esas historias, esas fotos y esos vídeos están desapareciendo de Internet y cada vez es más difícil encontrarlas. Se que hay mucha gente que vivio aquellos años de Internet y hoy los recuerda como la mejor época de la red, la nostalgia hace ese tipo de jugarretas. Yo no creo que aquellos tiempos fueran mejores, era todo nuevo, veníamos de no tener nada y Internet era tener de repente el mundo en tus manos pero hoy Internet posiblemente sea mucho mejor de lo que lo era entonces.
Nuestra protagonista de hoy de Cuentos de Internet es Amanda Wenk, sobre Amanda ni siquiera se sabe si su nombre era real o un chiste de Internet «Amanda Wenk» -> «A man to wank». La historia cuenta que Amanda Wenk tenía una cuenta en Webshots, un servicio de alojamiento de fotos de la época, alguien se fijó en sus fotos las bajó todas y las publicó en una cuenta de Flickr, aunque no lo creas Flickr entonces era considerado una red social. A partir de ahí las fotos corrieron como la pólvora. En un Internet en el que no había casi fotos de famosas porque Paris Hilton y su abogado habían acojonado a todo el mundo (esa es otra historia), no existían las webs de webcams y las jovenes de esa época eran infinitamente más recatadas que las de ahora, no hacía falta mucho más. Internet se encendía de manera fácil.
De Amanda Wenk jamás se supo mucho más que estas 288 fotos. Ni una palabra por su parte, ni un vídeo, nada. Pero durante unos meses, Amanda Wenk fue tan famosa como lo puede ser hoy Kylie Jenner.