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Esta tarde fuí a comprar un Macbook al Fnac de Sevilla en la Avenida de la Constitución, cuando para mi sorpresa uno de los vigilantes jurados quitó una tela negra que cubría uno de los mostradores y salieron a la luz 10 iPhones en una especie de pack creado para la ocasión que contenía el iPhone de 8Gb en la típica cajita que lo venden en Estados Unidos y pegado a esa caja una tarjeta de Yoigo prepago de 15 euros. El pack: iPhone + Yoigo= 600 Euros.
Número de teléfonos a la venta 10, ni uno más ni uno menos, no sabían si traerían más, ni cuando, ni puta mierda que les importaba el tema por el trato que me dieron.
Rápido intenté sacar mi cámara fotográfica para salir corriendo de allí con la exclusiva, pero sólo al verme la intención el vigilante de seguridad me aseguró que si hacía alguna foto dentro del Fnac iba a tener graves problemas. No es que me cagara, pero la verdad, pasarme el resto de la tarde peleando o discutiendo no me apetecía lo más mínimo y menos por una foto.
Así que como ví que había una chica muy interesada en comprarse el iPhone, se me ocurrió irme fuera y esperar a que saliera para al menos poder hacerle una foto al suyo. Al salir, la chica se comportó como una estúpida y no me quiso enseñar la caja ni dejarme hacerle una foto; para ella sólo estaba comprando un teléfono más. La gente que no está muy metida en este tipo de cosas y no está tan perturbada como nosotros no comprende la expectación ni las ganas de fotografiar a un iPhone vendiéndose en España, así que me tomó por un enajenado y pasó de mí. Al menos pude hacerle una foto a ella saliendo de la tienda para dar fe del evento. Quede aquí mi crónica de cómo se vendieron en una tarde de agosto iPhones en el Fnac de Sevilla.
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