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A pesar de que vivo fuera de España la mayor parte del año, ahora estoy viviendo en Tokio, suelo escuchar permanentemente la radio española y suelo leer los periódicos españoles.
Hay un término que estoy seguro que aunque aún no se ha pronunciado, no vas a tardar más de un par de semanas en empezar a escucharlo y leerlo sin parar: La Derecha Alternativa. Se me ha ocurrido adelantarme un poco, salvarte de la desinformación con la que seguro que te van a querer regar los medios de comunicación en España y ponerte un poco en situación, para que el concepto no te pille desprevenido.
Hace un rato estaba escuchando a Jimenez Losantos decir en la radio que el populismo es lo que une a Podemos, Syriza, y a Donald Trump. Decía también que el problema que tiene Francia es la extrema derecha. Trazó una falsa equivalencia entre el Frente Nacional de Marine LePen y Podemos sencillamente porque ambos plantean salir de la EU. Es como si dos personas salen de su casa, una para ir a comprar al supermercado y el otro para atracar a la cajera del mismo supermercado, y alguien dice que son cómplices porque ambos salieron de su casa. No tiene sentido.
No es solamente Jimenez Losantos. La misma idea la repiten la mayoría de los periodistas y políticos, tanto de derecha como de izquierda, aunque los que se proclaman “de derecha” lo repiten mas fuerte porque vaya a ser que los confundan con esos elementos de «la extrema derecha». Ellos son la derecha buena, que no quepa la duda.
Lo veo en las tertulias y en sus cuentas de Twitter. Es lo mismo que decían del Brexit. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea les parecía algo terrible. El 51% de los británicos que votaron a favor de la salida de la UE eran todos elementos de extrema derecha, parece.
Siempre que lo veo me pregunto si lo que les pasa a los periodistas y políticos de derecha es un problema de cobardía, de maldad, o de simple ignorancia. Me gustaría pensar que es todo producto del aislamiento, de falta de contacto con el mundo exterior, de que son catetos y no que lo hacen sabiendo lo que está pasando. Pero no puedo decirlo con seguridad.
España tiene el mismo problema que tienen muchos otros países y es que la derecha no tiene representación. La gente que lleva el título en la práctica son tan progres como cualquier socialista, lo único que los separa es el orden de las prioridades y un desacuerdo en el porcentaje de los impuestos. En todo lo demás es el mismo partido, con las mismas ideas. A todo el que se sale un poco de las líneas lo catalogan de radical.
Así que en lo que respecta a la política, culturalmente son todos socialistas. A todos les preocupan los tópicos y las fábulas marxistas: la igualdad de “género”, El cambio climático, los derechos de los homosexuales, la justicia social, la inclusión, el enriquecimiento cultural, y todos sin excepción repudian el sentido común. Cuando alguien propone algo de sentido común, todos, tanto la derecha como la izquierda, como un coro marxista, lo tildan de racista, homófobo, de extrema derecha, de supremacista. Es lo que pasa con Trump, con LePen y con el Brexit y en los últimos días con el partido aleman «Alternative für Deutschland» (alternativa para Alemania).
¿Qué propone Trump? Cumplir la ley que ya está escrita, ni más ni menos, eso es todo. Construir un muro en la frontera con Méjico para frenar la entrada tanto del terrorista del cartel de la droga como al que robó un coche ayer. Nada descabellado. Cualquier persona con sentido común estaría de acuerdo. España tiene un muro en Melilla no muy diferente al que pretende Trump para su frontera con Méjico. Para los periodistas que son considerados de derecha en España, como Hermann Tertsch, Trump es un supremacista. ¿Por qué? pues porque aun nadie les ha dado permiso para opinar de forma diferente, y con permiso me refiero a argumentos. No saben absolutamente nada, ni idea, así que no pueden más que repetir lo que mal leen del New York Times: «Trump es un supremacista».
¿Qué propone LePen? Salir de la Unión Europea. ¿Por qué? Entre otras cosas porque Francia ha sufrido el mayor número de ataques musulmanes de toda Europa y Ángela Merkel insiste en que el número de refugiados sirios que actualmente enriquece el suelo Europeo y en concreto el francés no es aceptable, hay que acoger a muchos más. Para defenderse, Francia tiene que recuperar el control de sus fronteras. Es de sentido común. Para Jimenez Losantos, sin embargo, LePen es como Pablo Iglesias.
¿Cual es la diferencia entre Le Pen y Pablo Iglesias?
A grandes rasgos, Le Pen quiere salir de la Unión Europea para proteger las fronteras del país e impedir que sigan entrando musulmanes a matar franceses y Pablo Iglesias quiere salir de la Union Europea para eliminar el Euro, introducir un control cambiario en el país, convertir el dinero de los españoles en dinero de juguete y el país en una franquicia comunista de Cuba y Venezuela. Como puedes ver, no son lo mismo.
¿Cuál era el punto del Brexit? El mismo que el de Le Pen. Los británicos eligieron irse porque todavía les queda un poco de orgullo patrio. Inglaterra no solo ha tenido que aguantar que todos los demás países de Europa le envíen a sus parados, no sólo ha tenido que aguantar las cuotas de refugiados de Merkel, además ha tenido que ayudar a financiar la fiesta porque es de las economías más fuertes de Europa. Para los periodistas de derecha en España no era suficiente. Los británicos tenían todavía mucho por tragar. Y si no tragan es porque son de extrema derecha, claro que sí.
El patrón es claro. Si estas en contra de deshacerte de las fronteras, aceptar a todo inmigrante, venga de donde venga y sea quien sea. Si no estás a favor del gobierno global y le quieres ceder el control de tu país a otros, eres un radical, un reaccionario, un loco y un supremacista.
El problema es ese, que la derecha, tanto en España como en el resto del mundo, ha sido secuestrada por traidores y por impostores que piden disculpas por todo y que se van plegando poco a poco a todo lo que la izquierda pide. Insultan a la gente de sentido común llamándolos racistas o supremacistas, para desmarcarse, por complejo, para que nadie pueda acusarlos a ellos también de ser racistas.
Así que al final la verdadera derecha ha quedado sepultada. Y no es que no exista, es que no se le escucha. La alianza entre la izquierda y la derecha esta traidora ha conseguido sepultar el sentido común. Y por eso ha surgido la derecha alternativa. El término se usa para diferenciarse de esa otra derecha traidora, la derecha cobarde representada en España por el PP, Ciudadanos, Jimenez Losantos,Hermann Tertsch o el periódico La Razón, por poner algunos ejemplos.
Eres de derecha traidora si pasas más tiempo afeándoles la conducta a otras personas de derecha que a los de izquierda. Eres de derecha traidora si dedicas la mayor parte del tiempo a disculparte con tus enemigos. Eres de derecha traidora si crees que las fronteras son parte del pasado. Eres de derecha traidora si crees que la única raza que existe es la raza humana. Si crees que los refugiados vienen de Siria y se están refugiando eres de derecha traidora. Eres de derecha traidora si crees que todos somos iguales. Eres de derecha traidora si crees que todas las religiones son iguales. Etc.
La derecha alternativa la compone un grupo de gente muy diverso, lo que tienen en común entre sí es que todos creen que las naciones merecen tener su propio territorio. Lo compone gente que ya no se traga las fantasías de la izquierda, esas que dicen que a menos de que vayas en contra de tus propios intereses, a menos de que dejes a tu país sin protección y arruines el futuro de tus hijos eres un racista. La derecha alternativa se ha dado cuenta de que términos como “racista” son conceptos vacíos diseñados para silenciar al enemigo. La derecha alternativa no se traga la idea de que el mundo funciona en términos binarios y que cualquier cosa diferente de abrir de par en par las puertas de tu país al Islam y darle Happy Meals a los refugiados es neonazismo.
Basta con usar el sentido común para darse cuenta de que lo que está en juego es tu supervivencia. La derecha alternativa es la gente que se ha dado cuenta de que si quieres que tu familia sobreviva y que sobreviva tu modo de vida tienes que defenderlo, no te queda otra. Tienes derecho a tener un país, a vivir en un lugar donde vives entre gente como tu, entre españoles, en el que se habla español, se come comida española y se practican tradiciones españolas. Y tienes derecho a dejar fuera a cualquiera que debilite o ponga en riesgo esa idea. Ser de derecha no tiene que ver con impuestos ni planes económicos. Tiene que ver con sentir orgullo por tu país, defender a tu pueblo y a sus tradiciones y rechazar cualquier concepto o práctica que ponga en riesgo el orden. Si además consideras que los demás países tienen el mismo derecho, felicidades, tienes sentido común y aunque tal vez no lo sabías hasta antes de leer esto, tú también eres parte de La Derecha Alternativa. No dejes que te estropeen el concepto la semana que viene.