Este es otro vídeo más de esos diseñados para hacerte sentir nostalgia de tu adolescencia; hasta que de repente, cuando ya se te van a saltar las lágrimas, te das cuenta que tu inteligencia emocional esta a la altura de la de los que lloraban en la puerta de Apple tras la muerte de Steve Jobs y caes en la cuenta de que tu jamas viviste en Alemania, ni tuviste esa moto y ni mucho menos una novia que estuviese tan buena. ¡Malditos hijos de puta dejad de jugar con nuestras mentes!