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08.06.2014 Yo y el príncipe de Japón

Antes de llegar yo, ya otros personajes ilustres habían comprado pescado en este lugar de Granville Island.

Granville Island, como ya comenté en otro post, es con toda seguridad el centro de la civilización occidental. Justo en el centro de ese centro que es Granville, se encuentra una pescadería atendida por unos japoneses en la cual venden probablemente el mejor pescado que se vende en todo Norte America. Allí compramos el pescado yo y el príncipe de Japón.


08.06.2014 No ser yo debe ser terrible

Mientras la gente pasa el Sábado noche drogándose o borrachos; yo, que podría ir a cualquier parte del planeta a hacer los que quisiera, paso la noche escuchando en la radio las noticias que me cuentan los últimos días de la Europa libre y los primeros de lo que será algo muy oscuro, mientras pinto dos manos y babeo de la felicidad que siempre me ha producido pintar y escuchar en la radio el ruido de los tambores que producen las guerras futuras. Creo que nadie disfruta tanto como yo el presente y la realidad, y no me imagino lo terrible que debe ser despertarse cada mañana y no ser yo: Israel.


01.06.2014 Un problema de difícil solución

Sobre la mesa de mi cocina, una mesa muy larga de unos 3 metros y medio con la parte superior de aluminio y que me sirve como mesa de trabajo, hay 5 lamparas. Las cinco lamparas estan enchufadas literalmente, con un enchufe, del techo que debe tener unos 4 metros de alto, posiblemente un poco más.

Las lamparas estaban ya aquí cuando llegué, no las compré yo y a pesar de que no es lo que yo hubiese puesto, no me desagradan y me son muy útiles, paso horas bajo ellas dibujando así que les he tomado cariño. La persona que vivía antes aquí me contó que compraron las lamparas a un diseñador coreano (creo) y que son bastante caras.

Ayer, justo cuando me disponía a empezar a dibujar el suelo de baldosas hexagonales del cuadro que estoy pintando, una de las lamparas se desenchufó sola, el enchufe cayó hasta la mesa y me quede sin luz justo encima del cuadro.

Más que como un contratiempo me tomo estas cosas como un regalo. Odio los puzzles, las sopas de letras, los crucigramas o los vídeojuegos basados en resolver complicados rompecabezas, no concibo perder tiempo y esfuerzo resolviendo un problema que no te repercute mayor beneficio que el de "matar el tiempo". El tiempo es lo único cierto que tenemos todos, un regalo de origen divino que se nos hace al nacer y el hecho de "matarlo" me resulta de lo más mediocre que se puede hacer con él, matar el tiempo es de estúpidos y es un insulto a quien sea que te lo haya dado el día que tuviste la suerte de poner un pie en La Tierra. Mataría antes a mis padres que a mi tiempo.

Dicho esto, que el enchufe cayera sobre mi cabeza, y desconectara una bombilla que está enchufada a 5 metros sobre mí, me permitía resolver un puzzle sin la necesidad de matar mi tiempo, si no todo lo contrario, resolver un problema.

El desafío era volver a enchufar la lampara sin tener una escalera con la que llegar ahí arriba, hasta el lunes no vienen los de la limpieza que sí que tienen una, y sin arriesgar mi vida poniendo una silla sobre otra silla y sobre una mesa a 5 metros de altura sólo para enchufar una lámpara.

Se me ocurrió intentar lanzar el enchufe al techo apelando a la gran suerte que siempre he tenido y que se enchufase casi por arte de magia, en otras ocasiones me han sucedido cosas parecidas en la vida y las he arreglado de esa forma, usando mi suerte. Tras dos intentos fallidos entendí que debo usar mi suerte sólo para cosas importantes como siempre he hecho y se me ocurrió atar dos palos de escoba uno sobre el otro con cinta adhesiva, pegar el enchufe en un extremo de estos con cinta adhesiva también, llegar hasta arriba con el palo largo que había construido y enchufarlo. Parecía funcionar. El único problema es que necesitaba que alguien esperara al cable arriba para despegar la cinta adhesiva del enchufe y poder despegarlo del palo, era eso o dejar el palo colgando del techo junto con el enchufe. Por un segundo casi me doy por vencido, hacía rato que estaba empezando a sentir los síntomas de esa enfermedad rara que padezco, y estaba por tirar todo e irme a la calle a comer exquisitos niguiris. Justo en ese instante, cuando pensé en sushi, se me ocurrió lo que fue en parte la solución a mi problema.

Necesitaba dos chopsticks gigantescos, dos palillos chinos de un tamaño descomunal que me permitiesen coger el enchufe como si fuese un fideo larguísimo y llevarlo hasta su destino: el techo. En este punto Yael empezó a decir que vivir conmigo era como vivir con un payaso del circo Ringling.

Uno de esos que empieza por poca cosa, un enchufe que se cae, y termina liándola y creando una catástrofe en la casa de proporciones, en ese momento, difíciles de predecir. Yo como siempre hago, y como hacen las personas que tienen una misión que cumplir, hice lo que debía y sequí con mis obsesiones: El Techo, el enchufe, el sushi.

Además acababa de caer en la cuenta de que tenía en mis manos justo lo que pedía, dos chopsticks gigantes: los dos palos de la escoba de antes, y solo necesitaba un par de detalles más para hacer de eso el instrumento perfecto para enchufar cables en enchufes que están a 5 metros de altura.

En cuanto construí mis palillos chinos gigantes tuve la certeza de que era cuestión de minutos que resolviese aquel puzzle. Tenía fente a mí a LA SOLUCIÓN.

Tranquilo y con la seguridad del que se sabe vencedor, decidí no poner el enchufe aún en su lugar y salí a la terraza a ver como se ponía el Sol sobre Vancouver. Los momentos previos a la victoria segura, ese instante en el que aún no has ganado pero te das cuenta de que con tu siguiente golpe vas a tirar por el suelo el problema que tienes delante, es mejor que la misma victoria y es un momento que siempre intento alargar todo lo que me es posible.

Volví a mi mesa y subí ese cable a las alturas, levantando los dos enormes chopsticks con una sola mano, mi cetro, mis súbditos se arrodillaron ante la majestuosidad de mi inteligencia, y posé delicadamente el extremo del cable sobre el enchufe del techo.




Y seguí dibujando, seguro entonces, de estar trabajando en algo de lo que se hablará años y años después de que me vaya con la certeza de no haber matado ni un sólo segundo de mi tiempo.


31.05.2014 Una cosa que se me ha ocurrido

Hoy al pasar junto a un músico callejero me he dado cuenta de que la música que se toca en las calles es la música mas cara del mundo. Cuando pasas junto a un músico callejero entre que llegas y te vas puedes escuchar digamos que 10 notas musicales, por poner un ejemplo, si esas diez notas musicales te han gustado, si te cae bien el tipo, o si simplemente crees que debes darle algo de dinero al músico callejero por alegrar la calle y le das digamos que 2 euros, estás pagando la nota musical 20 céntimos. Si además tenemos en cuenta que estás pagando por sólo un fragmento muy pequeño de la canción podría decirse que la música que tocan los músicos callejeros es un producto carísimo que alguna gente está dispuesta a pagar por sólo oír, por sólo disfrutar, de un ínfimo fragmento del producto completo; por lo tanto y a mi parecer las personas que tocan música en la calle, contrariamente a la impresión que suele tener la gente, son los creadores de un producto extraordinariamente caro. Probablemente esté entre los productos más caros que se puedan comprar. La música vendida fragmentada, por notas.

Al mismo tiempo que pensaba eso, otra idea me pasó por la cabeza: una sociedad en la que la gente comprara, pagara y cobrase sus sueldos en forma de notas musicales. La nota musical como moneda de cambio y como base de la economía. La gente desempleada se vería obligada a salir a la calle a mendigar notas musicales a cambio de unas monedas metálicas que ellos mismos acuñarían en sus casas cada noche; se sentarían en la calle frente a un barril enorme de monedas y esperarían apelando a la generosidad de los que todo lo tienen. El resto de la gente, los que lo tienen todo, los privilegiados, pasearían por las calles con unos pequeños saxofones colgados del cuello, el que sintiese pena por la condición del mendigo o se sintiese solidario, se acercaría a él con su pequeño saxofonito y le tocaría 2, 3 o incluso 4 notas (PIRURIRUUU PIRURIIII), cogería unas monedas del enorme barril del mendigo y seguiría su camino feliz de haber hecho lo correcto.

¿Como lo véis?


31.05.2014 Fotos de lo que estoy pintando

Tanto la composición como todos los detalles de lo que estoy pintando, estan llenos de geometría. Así que paso posiblemente mas tiempo con reglas y lápices que con pintura. Hoy antes de ponerme a dibujar el suelo, hice estas fotos.

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26.05.2014 Un te de menta

Estoy tomándome un té de menta mientras veo cómo se desmorona Europa.

Como siempre, de la forma más oportuna salgo corriendo de los lugares minutos antes de que todo explote. Esta mañana esre barco traía dos containers míos que contienen las pocas pertenencias que aun guardaba en la vieja Europa. ahora ya sí, al menos por mi parte, puede ya reventar todo.


26.05.2014 Calculo que mi valor equivale al de 30 españoles más o menos

Desde hace tiempo, mantengo la teoría de que si la materia prima con la que nos construimos cada día es el alimento que tomamos, más que comer sano, que tampoco está de más, lo que hay es que comer caro.

Me explicaré. Todos los días te crecen las uñas, los pelos de la nariz, se regenera un poco tu piel etc. todo eso está compuesto utilizando como materia prima lo que comes. Al contrario entonces que el común de los mortales, adictos al las ofertas, yo procuro comer todos los días en los restaurantes más selectos y caros de la ciudad en la que me encuentre; de esta forma por ejemplo un pelo de mi ceja esta compuesto de un almuerzo de Sushi y Ostras por poner un ejemplo y una cena de "aged sirloin" (perdona si te parezco un poco snob, nada mas lejos de mi intención, desconozco la traducción al español) o kobe y gambas tigre gigantes. Visto de esta forma, mi valor como ser humano es superior al de una persona que se alimenta a diario de lo que encuentra en las neveras de los supermercados por ejemplo.

Creo, en resumidas cuentas, que como ser humano mi valor podría equivaler al de treinta españoles (español arriba español abajo) ya que un almuerzo y una cena mía equivalen a un poco más de lo que gasta una persona de clase media en un mes completo de supermercado.

Estoy abierto al debate, como siempre. A ver que os parece.

Nota: Para ilustrar este pensamiento he usado una foto de mis sobras, considero que los platos de mis sobras son de muchísima mas belleza que los platos de comida que normalmente veo publicados en Internet por la gente normal.


17.05.2014 Una historia del futuro

Ayer compré estos 2 libros que parecen publicados en un universo paralelo. Cualquier cosa relacionada con los viajes espaciales publicado antes de los años 70, parece algo publicado en otro mundo, porque realmente era otro mundo. No me voy a repetir, ya hablé de eso aquí.

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También he conseguido este libro publicado en 1980, que si bien como libro no es nada del otro mundo, contiene tres cosas, que lo convierten para mi en un gran objeto.


14.05.2014 La Sociedad Chin Wing Chun

La Sociedad Chin Wing Chun ofrece protección y ayuda a los ciudadanos chinos en Vancouver con apellidos 'Chin', 'Chan', o 'Chen' desde 1925.

Además de eso sirve de club social para los ciudadanos chinos con apellido 'Chin', 'Chan', o 'Chen' y para sus invitados ocasionales. Hoy he quedado con alguien en la segunda planta de este lugar para un tema bastante importante, pero es mejor que empiece por el principio.

Hace unas semanas conocí al dueño de una tienda del barrio chino de Vancouver.

Entré a la tienda porque desde fuera vi que vendía lagartos secos, me quedé un rato mirándolos y él me preguntó si queria llevarme alguno. Imagino que se estaba riendo de mí, evidentemente sabía que no quería llevarme ninguno. Le expliqué que de donde yo vengo venden peces voladores, muy parecidos a esos lagartos secos, en los quioscos. No es cierto, bueno quiero decir que sí es cierto, pero a pesar de que huelen casi tan mal como esos lagartos y la forma de secarlos es bastante parecida, no son ni de lejos tan bonitos como estos lagartos qué él vendía.

Disfruto enormemente ante la imagen y la idea de usar animales como objetos de decoración, especialmente si están vivos aún, y estos lagartos me parecieron extraordinarios. De no ser comestibles, podrían usarse perfectamente como decoración, imagínate usarlos como aspas de un ventilador, a poder ser estando vivos (por poner un ejemplo). Recuerdo una historia que no viene al caso, acerca de una élite adinerada que usaba insectos vivos como joyas, escarabajos engarzados en oro, con una cadenita de oro también y atados a la solapa se iban paseando por su hombro mientras ellos cenaban, o monos encerrados dentro de lujosos jarrones chinos en los que sólo se les dejaba la cabeza fuera y servian como decoración de enormes mesas llenas de comida hasta que morían de inanición.

En fín lo que estaba contando, el hombre este me preguntó a qué me dedicaba, estuvimos hablando de pintura y le pregunté por una persona, china también, de la que hace años oigo hablar y a la que muy poca gente puede ponerle cara. Me comentó que no sólo lo conocía sino que si le daba un par de días (y un par de billetes) podría conocerlo yo también.

La persona por la que le pregunté es un miembro de la sociedad Chin Wing Chun y además es muy conocido entre los pintores de todo el mundo por fabricar un medio* para óleo casi imposible de conseguir y por lo tanto bastante caro.

Si bien conseguir un poco de ese líquido maravilloso ya es el sueño de muchos pintores, poder comprarlo directamente de él es prácticamente imposible sin esperar un par de años apuntado en una lista de espera. Comprarlo directamente de él es importante porque como es de imaginar hay mucha gente vendiendo desde un poco del producto original cortado con vete a saber qué, hasta directamente barniz de lata haciéndolo pasar por el producto.

como he dicho antes, la lista de espera para comprar es de años, es una sola persona "cocinando" y cientos de pintores deseando comprar aunque sea un par de gotas del producto. Aún sabiendo desde siempre que este señor vivía en Vancouver, ni me planteé siquiera tener la oportunidad de poderle comprar nada.

Gracias a la intervención del dueño de la tienda de Chinatown, y lo que me cobró por ella, pude saltarme la lista de espera y encontrarme con esa persona para comprar 120 ml del preciado líquido. Ni una sola gota más, ese era el trato.

Que yo haya venido a pintar a Vancouver y que conociese a alguien que conocía a esa persona lo suficiente como para ponerme delante en la lista de espera, parece una casualidad de esas que no lo son.

Para que te hagas una idea apróximada acerca de quien estamos hablando, esta persona es el Walter White de los medios aquídicos, el tercero de los hermanos Van Eyck. Por el aspecto que tenía cuando quedé con él hace unas horas, parece que vaya a morir pasado mañana llevándose con él el secreto mejor guardado de la pintura al óleo del último par de siglos. Según me ha contado, su tío lo enseñó a fabricar este producto sin nombre cuando él llegó con 14 años desde la provincia de Hunan a Vancouver y ambos lo estuvieron fabricando y vendiendo desde su casa, hasta que su tío murio en los 70. Desde entonces, claro, la producción cayó justo a la mitad y su precio casi se multiplicó por dos. No ha tenido hijos y no ha enseñado a nadie, así que a no ser que la persona que enseñó a su tío enseñase a alguien más, cosa poco probable, la historia terminará aquí con él.

Este tarro (120 ml exactos) que estás viendo cuesta $6500 dólares canadienses unos 4300 euros. Mucha gente pagaría el doble por poder saltar la lista de espera. Quiero que entiendas que no estamos hablando de un producto con propiedades mágicas o relativas sino de algo que está en los cuadros de los pintores realistas más conocidos del último siglo.

A los ojos de cualquiera, puede parecer caro, no lo es. Hay cocineros, por ejemplo, pagando miles de dólares por algunos ingredientes y a pesar de que a mi o a ti puede parecernos una locura, estoy convencido tambien de que ellos tienen sus razones para pagar ese dinero. No por esto que acabo de decir debes caer en el tópico de pensar o mencionar que un cocinero y un pintor tienen cosas en común, porque no es así. Los pintores, los de verdad, los que se preocupan por la composición química de sus cuadros son los principes de las artes y un cocinero, incluso el mejor cocinero, es... eso, un cocinero.

*Medio: Un medio es un diluyenteque que sirve para fluidificar la pintura pero que no se evapora, como pasaría por ejemplo con la escencia de trementina sino que formará parte de la capa de pintura para siempre. Hay muchos tipos de medio, que no vamos a nombrar aquí porque creo posible que no te interese el tema en los más mínimo y porque puedes aprender de ello simplemente haciendo una búsqueda en Google.


11.05.2014 La carrera espacial

Cuando Estados Unidos dejó de tener a Rusia como enemigo, cuando quedó demostrado que Rusia no estaba preparada para poner un hombre en La Luna, la carrera espacial dejó de ser una carrera, no había contra quien competir ni un rival a vencer. La fuerza que ha impulsado siempre todos los grandes logros de la humanidad, la competición, dejo de existir y Estados Unidos perdió el Interes en el espacio a falta de un rival que lo empujara a seguir ganando.

Posiblemente la carrera espacial, la NASA en si misma, jamás hubiese existido si Rusia no hubiese puesto el Sputnik en orbita utilizando un misil balístico. Aquello debío sonar en Estados Unidos como una amenaza, un "podemos llegar hasta donde queramos con un misil". La carrera espacial fue el producto resultante del miedo al enemigo y una demostración de fuerza. La guerra fría y la amenaza siniestra del comunismo puso a toda una generación en occidente a soñar. La Luna era solo el primer paso que vendría seguido por las ciudades del futuro, la comida del futuro, los coches voladores y viajar a otros mundos. La carrera espacial le dio a la gente esperanza e ilusión por el futuro.



Estas en GREENSHINES.COM escrito por Israel Greenshines