Risto Mejide retransmite en directo en Periscope como humilla a un taxista con el que viajaban que no quiso apagar la radio mientras sonaba un programa en el que se estaba criticando a los independentistas catalanes.
He comentado muchas veces que a cierta edad algunas personas deberían dejar las redes sociales, sobre todo si se usa para hacer el ridículo. «Salude a mis miles de seguidores que lo están viendo» dice Risto a un señor mayor, que debe llevar 6 ó 7 horas sentado al volante, como si tuviese 15 años y tuviese que demostrarle a ese pobre hombre que él es alguien famoso en Twitter. El pobre hombre que no sabe que cojones esta pasando, que no sabe ni lo que es twitter ni follower y que probablemente crea que esta saliendo en Tele 5 pone cara de preocupación, como pensando en que tal vez este saliendo en Ana Rosa o vete a saber donde. Alguien más joven, sentada en el asiento del copiloto, que iba acompañando a Risto y a la que no se le ve la cara mira hacia afuera por la ventanilla apoyando la cabeza contra el cristal como avergonzada y queriendo salir de allí, apostaría lo que fuera a que no es la primera vez que se ve en esa situación.