En Greenshines hay constantes, si eres habitual de por aquí sabes que cambian con el tiempo pero permanecen en él lo suficiente como para detectarlas. En un tiempo atrás una constante fue Lindsay Lohan, por ponerte un ejemplo, hoy lo son sin duda Kim Kardashian y Sash Suicide, dos personajes que poco tienen que ver el uno con el otro pero que coinciden en un punto en el espacio y el tiempo aquí en Greenshines.
Las constantes son la linea estética de la web. Algunas publicaciones siguen una linea editorial, yo nunca he tenido una linea editorial y si ya ha sido difícil tener que escribir aquí cada día durante 14 años, no me imagino como sería tenerlo que hacer además siguiendo una linea, me resultaría insorportablemente aburrido. Sin embargo las constantes sí, diría que tengo hasta un cierto talento para ellas. Las constantes de Greenshines, como su propio nombre indica las inventé yo hace años. Son un canon estético que pone una linea muy clara entre lo que está bien y lo que no lo está en una mujer. Si aparece en Greenshines, es que está bien y si no aparece es que o no lo está o que simplemente carece de interés, es fácil. Sash Suicide está bien. Cumple casi al 100% con la constante Greenshines. No estoy en absoluto de acuerdo con sus tatuajes, ni con los tatuajes en general, pero si alguien le borrase esos tatuajes o si hubiése recibido una buena educación y no se los hubiese hecho, Sash Suicide representaría estéticamente lo que debe ser una mujer, así que por lo tanto tiene mi bendición.
Es triste que necesitemos de referencias para de saber como debe ser una mujer, puedes culpar de eso a los homosexuales en el mundo de en la tele o en el mundo de la moda. Culpa también a los marxistas que nos han educado y que nos han impuesto mujeres sin tetas, ni caderas. La sublimación de la infertilidad. Las constantes de Greenshines son la forma que tengo de darte permiso, de indicarte que está bien que te gusten los culos grandes y las tetas. Todos en realidad preferimos una mujer como Sash Suicide o como Kim Kardashian o como Kate Upton, cualquiera te lo confesaría en la intimidad, pero no te lo confesarán en la calle. El mismo miedo que siente una mujer a que la llamen gorda por estar buena, lo siente un hombre a que lo acusen de "andar" por ahí con gordas.
Esto no es una denuncia a el mundo de las modelos, su peso, la anorexia o a lo irreal de las tallas de ropa en las tiendas, asuntos que aunque son parte del mismo problema a mi personalmente me importan muy poco. Esto es un tema solo de hombres, de que tus amigos se rían de ti porque según los cánones te gusta "una gorda" cuando el problema es que a ellos, a todos en realidad, nos han educado en una especie de "hetero-homosexualidad" en la que parece que te deben gustar mujeres, que de dejarse barba, no se diferenciarían de cualquiera de tus amigos.
En fin, esta es Sash Suicide.