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En unos años se considerará clase obrera a tiktokers, youtubers, instagrammers y similares.
A sus padres, los sacaron del campo y de los pueblos y los llevaron a estudiar a universidades para que terminasen trabajando de periodistas y publicistas los que tuvieron suerte. La siguiente generación, ellos, ha terminado trabajando para grandes corporaciones como Youtube (google), Instagram o Tiktok creando contenido graciosete, bailando, haciendo el gilipollas en Internet para atraer a una masa de gente que viene a verlos. Ese público paga el espectáculo con sus habitos y datos que luego se venden de mil formas al que quiera comprarlo.
Esta nueva clase obrera, cuando tiktok, instagram o youtube les cierra una cuenta es exactamente igual que si los hubiésen despedido. Sin formación util ni habilidades más allá que la de crear vídeos, su única fuente de ingresos y modo de vida desaparece en un segundo cuando les cierran la cuenta y claro lloran desconsolados tal y como lloraría su abuelo cuando una helada lo dejase sin cosecha o se les muriesen 3 vacas o como lloraría su padre si lo despidiesen del único periodico del mundo. Porque es eso, solo hay un Tiktok o un Youtube y cuando los echan de allí están perdidos.
Mira estos dos que drama. [VIDEO]