La policía detiene el coche de una pareja que estaba sufriendo una sobredosis de heroína mientras conducía con su hijo de 4 años sentado en el asiento de atrás. La foto fue publicada ayer por el ayuntamiento de un pueblo de Estados Unidos en su página de Facebook junto con el informe de la policía.
La mujer y el conductor del coche fueron detenidos el jueves justo después de que el coche estuviera a punto de estrellarse contra un autobús escolar. El conductor intentaba alejarse del autobús mientras que la mujer, que era la madre del niño, estaba inconsciente en el asiento del copiloto.
El policía los detuvo, apagó el coche y llamó a los paramédicos que le dieron a los dos una dosis de Narcan. Tras ser tratados en el hospital los arrestaron. Al niño lo dejaron con los servicios sociales. La pareja fue acusada de varios cargos incluyendo conducir bajo la influencia de las drogas, y poner en peligro a un menor. El hombre fue sentenciado a 180 días de prisión.
La foto ha sido compartida en Facebook más de dos mil veces. No ha tardado mucho tiempo en aparecer un grupo de personas quejándose de que la policía y el ayuntamiento de la ciudad compartieran las fotos en Facebook sin pixelar la cara del niño.
Ante la polémica el ayuntamiento ha publicado las razones por las que compartieron las fotos:
Sentimos que es necesario enseñar la otra cara de esta terrible droga. Sentimos que debemos ser la voz de los niños que están atrapados en estas situaciones desastrosas. Este niño no puede hablar por sí mismo, pero esperamos que esta historia convenza a otros usuarios de esta droga a pensárselo dos veces antes de inyectarse ese veneno teniendo a un niño en su custodia.
Somos conscientes de que estas imágenes pueden ser ofensivas, y lo sentimos mucho, pero es necesario que la gente que no se droga vea lo que nosotros tenemos que ver a diario. Este veneno conocido como “heroína” ha atacado a muchas comunidades, no solo a la nuestra, pero la diferencia es que nosotros estamos dispuestos a luchar hasta que lo erradiquemos aunque para eso tengamos que ofender a algunas personas, estamos preparados para enfrentarnos a las críticas.
Hay quien cree en Facebook que el objetivo de estas fotos es convencer a los adictos a la heroína de dejar de consumirla, o al menos de no hacerlo cuando están con sus hijos. Pero ese no es el objetivo. Todo el mundo sabe que convencer a un heroinómano de que deje de drogarse es casi imposible. Hace falta algo más que una foto.
La foto se compartió para someter a los adictos a la heroína al escarnio público. La idea era enseñarle a la gente normal cómo vive de verdad un adicto y las diferentes formas en las que sus decisiones ponen en peligro a la gente que los rodea, incluyendo a sus hijos. La intención del Ayuntamiento es promover un rechazo colectivo hacia la heroína y hacia los que la consumen.
Esto puede ser difícil de entender desde España: ¿por qué necesita un Ayuntamiento de Estados Unidos promover el rechazo hacia los adictos a la heroína? Porque dentro de todo en España todavía no se ha llegado al punto de defender a los adictos como si tuvieran una enfermedad, que es lo que ocurre en EEUU y en Canadá. Uno de los comentarios aplaudido por muchos de los que estaban indignados en Facebook fue el siguiente:
¿por qué el Ayuntamiento no compartía también las fotos de las madres diabéticas a las que les daba una bajada de azúcar mientras conducían en el coche con sus hijos?
En Estados Unidos hay un grupo de gente de izquierda que quiere hacer creer a los demás que los adictos a la heroína no son responsables de sus actos y que son tan víctimas de su adicción como lo puede ser un diabético de la diabetes. El Ayuntamiento de ese pueblo está tan cansado de eso, que está intentando enseñarle a la gente cuál es la realidad de la heroína y cómo viven los adictos, cómo ponen en peligro no solo la vida de sus propios hijos, sino la vida de los hijos de todos los demás que iban en el autobús escolar contra el que se iban a estrellar.
¿Por qué el Ayuntamiento no pixeló la cara del niño? Por la misma razón que los periódicos no pixelaron la cara de Omran, el niño del bombardeo de Alepo. Porque si pixelas las caras las fotos no tienen el mismo efecto. Ninguno de los que se quejan de que no hayan pixelado la foto que está aquí arriba, se quejaron de que no hayan pixelado la foto que está aquí abajo.